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9 mayo 2014 5 09 /05 /mayo /2014 15:33

 

 sede_vacante.JPGPapa Vigilio,

Segundo Concilio de Constantinopla, 553:

 “…tenemos en cuenta lo que fue prometido acerca de la Santa Iglesia y a Aquel que dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (por ellas entendemos como las lenguas mortales de los herejes)…”1.

 Suelen plantearse muchas objeciones en contra de la posición sedevacante –la cual se explica en este libro –que dice que la cátedra de San Pedro está vacante debido a que los “Papas”post-Vaticano II no son verdaderos Papas, sino más bien antipapas no católicos. Respondemos ahora a las principales objeciones que suelen presentarse contra de esta posición.

 1ª objeción: Las puertas del infierno no pueden prevalecer contra la Iglesia, como Cristo dijo (Mateo 16). Él dijo que estaría con su Iglesia todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28). Decir que la sede está vacante es contrario a las promesas de Cristo.

 Respuesta: No, la indefectibilidad (la promesa de Cristo que siempre estará con su Iglesia, y que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella) significa que la Iglesia, hasta el fin de los tiempos, permanecerá siendo esencialmente lo que es. La indefectibilidad de la Iglesia requiere que exista a lo menos un remanente de la Iglesia hasta el fin del mundo, y que un verdadero Papa en su misión apostólica nunca podría enseñar el error a toda la Iglesia. Esto no excluye la posibilidad que hayan antipapas que falsamente digan ser Papas (como ha ocurrido en numerosas ocasiones en el pasado, incluso que reinaron en Roma) ni tampoco excluye que haya una falsa secta que reduzca a un pequeño remanente a los fieles de la verdadera Iglesia católica en los últimos días. Esto es precisamente lo que se predijo que ocurriría en los últimos días y lo que ocurrió durante la crisis arriana (siglo IV).

 San Atanasio:Loscatólicosquese mantienen fieles a la Tradición aún si ellos son reducidos a un manojo, ellos son la verdadera Iglesia de Jesucristo2.

 ¡Además, cabe señalar que la Iglesia definió que los herejes son las puertas del infierno, palabras que son mencionadas por nuestro Señor en Mateo 16!

 Papa Vigilio, Segundo Concilio de Constantinopla, 553:

 “…tenemos en cuenta lo que fue prometido acerca de la Santa Iglesia y a Aquel que dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (por ellas entendemos como las lenguas mortales de los herejes)…”3.

 Papa San León IX, 2 de septiembre de 1053:LaSanta Iglesia“ edificada sobre la piedra, esto es, sobre Cristo, y sobre Pedro (…) porque en modo alguno había de ser vencida por las puertas del infierno, es decir, por las disputas de los herejes, que seducen a los vanos para su ruina”4.

 Santo Tomás de Aquino (+1262):ellenarloscorazones“La desabiduríalo pued fieles, y silenciar la terrible insensatez de los herejes, adecuadamente representados como las puertas del infierno5. (Introducción a Aurea Catena)

 Nótese que los herejes son las puertas del infierno. Los herejes no son miembros de la Iglesia. Por eso un hereje nunca podría ser un Papa. Las puertas del infierno (los herejes) nunca podrían tener autoridad sobre la Iglesia de Cristo. Los que denuncian a los antipapas herejes del Vaticano II no son los que afirman que las puertas del infierno han prevalecido contra la Iglesia; son más bien aquellos que obstinadamente los defienden como Papas, a pesar de que se puede demostrar claramente que son herejes manifiestos.

 Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208:

 “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa Iglesia, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva”6.

 San Francisco de Sales (siglo XVII), Doctor de la Iglesia, The Catholic Controversy [La

Controversia Católica], edición inglesa, pp. 305-306:  “Ahora bien, cuando él [el

Papa] es explícitamente un hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia…” .

 No hay ninguna enseñanza de la Iglesia católica que se pueda citar que sea contraria al hecho de que actualmente exista una falsa secta que ha reducido a la verdadera Iglesia católica a un pequeño remanente en los días de esta Gran Apostasía, dirigida por antipapas que falsamente dicen ser Papas. Los que afirman que la secta del Vaticano II es la Iglesia católica afirman que la Iglesia católica aprueba oficialmente las falsas religiones y las falsas doctrinas. Esto es imposible y significaría que las puertas del infierno habrían prevalecido contra la Iglesia católica.

 2ª objeción: ¿Cuál es su autoridad para hacer estos juicios? El uso de las declaraciones dogmáticas es una interpretación privada.

 Respuesta: La autoridad que un católico tiene para determinar que los herejes no son miembros de la Iglesia es el dogma católico que nos enseña que aquellos que se apartan de la fe se consideran fuera de ella.

 Papa León XIII, Satis cognitum, # 9, 29 de junio de 1896:

 “Tal ha sidoconstantela costumbredelaIglesia,apoyada por el juicio unánime de los Santos Padres, que siempre han mirado como excluido de la comunión católica y fuera de la Iglesia a cualquiera que se separe en lo más mínimo de la doctrina enseñada por el magisterio auténtico7.

 Además, afirmar que adherir a este dogma católico es una interpretación privada, como dice esta objeción, es decir precisamente lo que condenó el Papa San Pío X en su Syllabus de errores modernos.

 Papa San Pío X, Lamentabili, Decreto sobre los errores del modernismo, 3 de julio de

 1907, Los#22:dogmasque la Iglesia presenta como revelados, no son verdades venidas del Cielo, sino una interpretación de hechos religiosos que la mente humana se elaboró con trabajoso esfuerzo”8. –Condenado

 Papa San Pío X, Lamentabili, Decreto sobre los errores del modernismo, 3 de julio de

 1907, Los#54:dogmas , “los sacramentos, la jerarquía, tanto en su noción como en su realidad, no son sino interpretaciones y desenvolvimientos de la inteligencia cristiana, que por externos acrecentamientos aumentaron y perfeccionaron el exiguo germen oculto en el Evangelio”9. - Condenado

Nótese que la idea de que los dogmas son interpretaciones está condenada. Sin embargo, eso es textualmente lo que afirma esta objeción, ya si lo quieran admitir o no. Están diciendo que el hacer uso de la verdad de un dogma es una “interpretación privada”. Además esta objeción también se refuta por el hecho de que, en su Decreto sobre el Sacramento del Orden, el Concilio de Trento declaró solemnemente que los cánones dogmáticos son para el uso de todos los fieles.

Papa Pío IV, Concilio de Trento, sesión 23, cap. 4: “Estos desonmodo los puntos q general ha parecido al sagrado Concilio enseñar a los fieles cristianos acerca del sacramento del Orden. Y determinó condenar lo que a ellos se opone con ciertos y propios cánones al modo que sigue, a fin de que todos, usando, con la ayuda de Cristo, de la regla de la fe, entre tantas tinieblas de errores puedan más fácilmente conocer y mantener la verdad católica10.

 La palabra “canon”(en griego: kanon) significa una caña, una vara recta, una vara de medir, algo que sirva para determinar, guiar o medir. ¡El Concilio de Trento está declarando infaliblemente que sus cánones son varas de medir para “todos”, para que así, haciendo uso de estas reglas de fe, puedan entre las tinieblas, conocer y defender fácilmente la verdad! Esta declaración tan importante destruye la afirmación de aquellos que dicen que usar los dogmas para comprobar puntos controversiales es una “interpretación.Eldogmaprivada”católicoeslaautoridad de todos aquellos que llegan a conclusiones correctas.

 Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 7, 15 de agosto de 1832:nada debe“…quitarse de cuanto ha sido definido, nada mudarse, nada añadirse, sino que debe conservarse puro tanto en la palabra como en el sentido11.

 3ª objeción: Usted no puede saber si alguien es un hereje, ni denunciarlo como tal, sin que primero haya un juicio y sentencia declaratoria.

 Respuesta: No es así. La sentencia declaratoria que viene después de una excomunión automática no es más que un reconocimiento legal de algo que ya existe. Si esto no fuera así, la excomunión automática no tendría sentido.

 Canon 2314, Código de Derecho Canónico de 1917: “ cristiana y todos y cada uno de los herejes o cismáticos: 1) incurren ipso facto[“en el acto”inmediatamenteo“”] en excomunión12.…”

La persona excomulgada ya está separada de la Iglesia. La mayoría de los herejes son conocidos por ser herejes sin ningún juicio o sentencia declaratoria, y deben ser denunciados como tal.

 Papa Pío VI, Auctorem fidei, 28 de agosto de 1794:

 “47Igualmente. la proposición que afirma ser necesario según las leyes naturales y divinas que tanto a la excomunión como a la suspensión deba preceder el examen personal, y que por lo tanto las sentencias dichas ipso facto no tienen otra fuerza

que la de una seria conminación sin efecto actual alguno, es falsa, temeraria, injuriosa a la potestad de la Iglesia y errónea13.

 Como vemos aquí, la Iglesia católica enseña que los procesos y sentencias formales no son necesarios para surtir efecto en las excomuniones ipso facto (“en el inmediatamenteacto”o ”)“.Sonmuy a menudo reconocimientos formales de la excomunión ipso factoque ya se han realizado, como en el caso del hereje Martín Lutero. Esto debería ser evidente para cualquier católico, pero para ilustrar este punto, he aquí lo que Martín Lutero dijo antes de ser públicamente condenado como hereje por el Papa. 

 Martín Lutero, hablando antes de la bula del Papa León X en la que se le daba sesenta días para retractarse antes de que se publicara la declaración de excomunión: En“ cuanto a mí, la suerte está echada: desprecio por igual el favor y la furia de Roma, no deseo reconciliarme con ella, ni tener comunión alguna con ella. Que me condene y queme mis libros, yo, a su vez, a menos que no pueda encontrar ningún fuego, condenaré y quemaré públicamente todo el derecho pontificio, ese pantano de herejías14.

 ¿Acaso hemos de creer que el hombre que pronunció estas palabras (mucho antes de que fuera condenado formalmente como hereje por una sentencia declaratoria) hubiera continuado siendo católico o hubiera podido ser considerado como tal? Si esta idea no es evidentemente absurda, entonces nada lo es. Es obvio que Martín Lutero era un hereje manifiesto antes de la declaración pública, y cualquier católico consciente de sus creencias podría y debería haberlo denunciado como un hereje manifiesto una vez que ese católico llegare a enfrentarse con esas opiniones escandalosamente heréticas.

 Por eso, antes del juicio de Lutero, el cardenal Cayetano   “secontactó con el príncipe elector Federico, soberano y protector de Lutero, instándolo a que no ‘deshonreelbuennombre de sus antepasados’ por apoyar a un hereje”15.

El mismo principio se aplica a un tal hereje llamado John Kerry, un político estadounidense que está a favor del aborto. Casi todos los que profesan ser católicos de mentalidad conservadora de inmediato estarían de acuerdo en que John Kerry es hereje y no un católico, ya que él rechaza obstinadamente la doctrina católica contra el aborto. Pero este “juicio” hacenlopor cuenta propia, puesto que ninguna sentencia declaratoria se ha publicado aún en su contra. Por lo tanto, ellos aprueban el punto de queno es necesaria una declaración pública para condenar a un hereje. La mayoría de los herejes en la historia de la Iglesia, y casi todos los herejes en el mundo de hoy, han sido y deben ser considerados herejes, sin ningún tipo de declaración, por el simple hecho de que su herejía es manifiesta.

 Canon 1325 §1-2, Código de Derecho Canónico de 1917: §1“.Están obligados los fieles cristianos a confesar públicamente la fe siempre que su silencio, tergiversación o manera de obrar llevaría consigo negación implícita de la fe, desprecio de la religión, ofensa de Dios o escándalo del prójimo. §2. Si alguien después de haber recibido el bautismo, conservando el nombre de cristiano, niega pertinazmente alguna de las verdades que han de ser creídas con fe divina y católica o la pone en duda, es hereje; si abandona por completo la fe cristiana, es apóstata…”.

 Cuando la herejía es manifiesta y claramente obstinada (pertinaz), como en el caso de Lutero o de Benedicto XVI (que dice que no debemos convertir a los no católicos y toma parte activa en el culto de la sinagoga), los católicos no sólo pueden denunciarlo como un no católico sin ningún juicio, sino que deben hacerlo. Esta es precisamente la razón de por qué San Roberto Belarmino, doctor de la Iglesia, al abordar esta misma cuestión, afirma inequívocamente que el hereje manifiesto es depuesto y debe ser evitado como un no católico antes de cualquier “excomunión o sentencia judicial”que ya no tiene autoridad. En este contexto, San Roberto usa la palabra “excomunión”para referirse a la pena de ferendae sententiae (la declaración formal de un Papa o un juez).

 San Roberto Belarmino, De Romano Pontifice, II, 30, hablando de un reclamante del oficio papal:Porque, “en primer lugar, se demuestra con argumentos de autoridad y por la razón de que el hereje manifiesto es depuesto ‘ipso facto’.El argumento se basa en la autoridad de San Pablo (Tito 3, 10), que ordena que evitemos al hereje después de dos advertencias, es decir, después de haber mostrado ser manifiestamente obstinado –lo que significa que es antes de cualquier excomunión o sentencia judicial. Y es por eso que San Jerónimo escribe, agregando que los otros pecadores están excluidos de la Iglesia por la pena de excomunión, pero los herejes, por sus propios actos, se destierran y se separan del cuerpo de Cristo”.

 Repitamos esto: ¡LO QUE SIGNIFICA QUE ES ANTES DE CUALQUIER EXCOMUNIÓN O SENTENCIA JUDICIAL! Así que podemos ver que los anti-sedevacantistas, cuando argumentan que los católicos no pueden denunciar a los herejes manifiestos, como a Benedicto XVI, ya que no ha habido un juicio formal, en realidad, lo entienden todo mal. Su conclusión es una burla completa de la unidad de fe en la Iglesia. Para los que se les haya olvidado, es útil recordar que en la Iglesia católica hay unidad de fe (como una, santa, católica y apostólica).

 Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi, # 22:

 “Así que,enla verdaderacomo congregación de los fieles existe un solo Cuerpo, un solo Espíritu, un solo Señor y un solo Bautismo, así no puede haber sino una sola fe; y, por lo tanto, quien rehusare oír a la Iglesia, según el mandato del Señor, ha de ser tenido por gentil y publicano. Por lo cual, los que están separados entre sí por la fe o por la autoridad, no pueden vivir en este único Cuerpo, ni tampoco, por lo tanto, de este su único Espíritu”16.

 Según la conclusión de los anti-sedevacantistas, los católicos tendrían que afirmar que están en comunión con un hombre que admitió públicamente que no quería tener comunión con la Iglesia católica y que sostenía que todo el derecho pontifico es un pantano de herejías; o con un hombre que es obstinadamente a favor del aborto. Decir que los católicos deben estar en comunión con un hereje manifiesto porque contra él no se ha llevado a cabo ningún proceso, es contrario a la doctrina católica, a la tradición católica y al sentido católico; además de que es contrario a la caridad.

 San Roberto Belarmino, De Romano Pontifice, II, 30:

 “… puesloshombres no están obligados, o en condición de leer los corazones, perocuando ven que alguien es un hereje por sus obras exteriores, lo juzgan puro y simplemente que es un hereje, y lo condenan como tal”.

 4ª objeción: ¿Qué hay sobre la herejía material? ¿No pueden ser sólo herejes materiales los Papas del Vaticano II?

 Respuesta: Un hereje “material”es un católico errado de buena fe sobre un problema dogmático. No hay duda que los antipapas del Vaticano II son verdaderos herejes. Ellos no pueden ser herejes materiales (católicos errados de buena fe) por varias razones. Las más importantes entre estas razones son: 1) ellos no guardan los misterios esenciales de la fe, 2) ellos rechazan dogmas evidentes de los cuales están plenamente conscientes.

 Un “hereje material”es un término utilizado por los teólogos para describir a un católico errado de buena fe con respecto a algunas enseñanzas de la Iglesia, pero que no las ha negado deliberadamente. La única manera en que se pueda ser un “hereje material”es no estando consciente de que la posición que se sostiene es contraria a la enseñanza de la Iglesia. Tal persona cambiaría inmediatamente su posición una vez que se le informe acerca de la enseñanza de la Iglesia. Por lo tanto, el supuesto “hereje material”no es un hereje, sino más bien es un católico confundido que no niega nada de lo que él sabe que la Iglesia ha enseñado. El hecho de que el supuestohereje“material”no sea un hereje se demuestra por el hecho de que el supuestoherejematerial“”no deja de ser miembro de la Iglesia, y ya hemos probado por muchas citas que todos los herejes dejan de ser miembros de la Iglesia.

 Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino”, 1441:

 “La Santa Iglesiafirmemente cree,Romanaprofesay enseña que aquéllos que no están en el seno de la Iglesia católica, no solamente los paganos, sino también los judíos o herejes y cismáticos17.…”

 Además, el supuesto del “hereje material” (un católicodo)nohacequeerracaigasobre su cabeza el castigo eterno por negar la fe; en cambio, en todos los herejes cae sobre sus cabezas el castigo eterno por negar la fe.

 Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431:

“…todoslos herejes corrompen las verdaderas expresiones del Espíritu Santo con sus propias mentes inicuas y hacen que caigan sobre sus cabezas una llama inextinguible”18.

 Un hereje material, por lo tanto, no es un hereje, sino un católico que inocentemente está equivocado sobre alguna enseñanza de la Iglesia. Por lo tanto, los que afirman que Benedicto XVI no está consciente de todos los dogmas que él niega, y por lo tanto sería sólo un “hereje material”(en otras palabras, un católico errado) no sólo están argumentando algo que es absurdo, sino más bien algo que es IMPOSIBLE. Es imposible que Benedicto XVI sea sólo un supuestoherejematerial“”por tres razones: No 1): Es un hecho que Benedicto XVI conoce muchos de los dogmas de la Iglesia que él niega. Él sabe más sobre la enseñanza católica que casi ningún otro hombre en el mundo. Todo el tiempo da discursos de los pronunciamientos dogmáticos de la Iglesia –los mismos que él contradice y rechaza, como son los del Concilio Vaticano I.

 Benedicto XVI, Principios de la Teología Católica (1982), p. 239: “Cualquier per se pregunte sobre la enseñanza de la Iglesia respecto a las órdenes sagradas, encontrará a su disposición un suministro relativamente rico de fuentes materiales; tres concilios han hablado extensamente sobre el tema: Florencia, Trento y el Vaticano II. Cabe también mencionar la importante constitución apostólica de Pío XII (Sacramentum ordinis) del año 1947”19.

 Benedicto XVI, Principios de la Teología Católica (1982), pp. 197-198:Por parte de occidente, la máxima exigencia sería que oriente reconociera la primacía del obispo de Roma en todo el ámbito de la definición de 1870 y al hacerlo, someterse en la práctica, a una primacía, como ha sido aceptada por las iglesias uniatas (…) ningunas de las soluciones máximas ofrecen una esperanza real de unidad20.

 En estas citas podemos constatar la familiaridad de Benedicto XVI con la enseñanza católica, incluyendo los mismos concilios que él niega. Lo mismo ocurre con Juan Pablo II y sus “predecesores”. Por ejemplo, en el acuerdo aprobado por Juan Pablo II con la iglesia luterana sobre la justificación, en 1999, Juan Pablo II estuvo de acuerdo que el Concilio de Trento ya no se aplica.

Acuerdo entre el Vaticano y los luteranos sobre la Justificación, 31 de octubre de 1999: A“#13laluzde. dicho consenso, las respectivas condenas doctrinales del siglo XVI [es decir, los cánones del Concilio de Trento] ya no se aplican a los interlocutores de nuestros días21.

No hace falta decir que él no podía ignorar el Concilio de Trento si él está de acuerdo en que ya no tiene aplicación. Por otra parte, Benedicto XVI tiene varios doctorados en teología y ha escrito muchos libros que tratan con las complejidades del dogma católico. Nosotros hemos leído veinticuatro de sus libros, y podemos decir que Benedicto XVI está más familiarizado con lo que enseña la Iglesia católica que ninguna otra persona en el mundo. Decir que Benedicto XVI o Juan Pablo II o Pablo VI o Juan XXIII no tenían conocimiento de las enseñanzas más simples de la Iglesia que ellos niegan, tales como, la enseñanza respecto a nuestro Señor, la enseñanza contra el protestantismo, sobre la salvación, en contra de las falsas religiones, sobre la libertad religiosa, etc., es algo falso y ridículo en grado máximo. Es una pura locura afirmar, por ejemplo, que Benedicto XVI no está consciente del dogma de que los protestantes están obligados, bajo pena de herejía, a aceptar el papado –recuérdese que él enseña todo lo contrario. Esto equivale a decir que uno podría ser chef de un restaurante de primera clase y no saber qué es una lechuga. Pero eso es exactamente lo que nos quieren hacer creer aquellos que promueven el argumento del “hereje material”.

No 2): Es imposible que Benedicto XVI sea sólo un “hereje material”  

 

suponiendo por un momento que él no estuviera consciente de los muchos dogmas que él niega (cosa

que, como hemos dicho, es definitivamente falso) –siendo un hombre que pretende ser obispo y

Papa, él está obligado a haberlas aprendido. Por lo tanto, él no tiene excusa como para decir que no

está consciente de los dogmas fundamentales de la Iglesia que él niega.


 

Un  manual  de  derecho  canónico  enseña: Siel  delincuente  que  hace  esta

aseveración es un clérigo, su alegato a favor de la mitigación debe ser desestimada,

ya sea como falsa, o bien como una indicación de ignorancia fingida, o bien crasa y

supina. (…)  Su formación  eclesiástica  en el  seminario,  con su teología  moral y

dogmática, su historia  eclesiástica,  por no hablar de  su derecho

canónico,  todo

 

 

22

asegura que le debe ser impartida la   actitud   de   la   Iglesia.

No 3): Es imposible que Benedicto XVI solo sea meramentehereje unmaterial“”porque hay ciertas cosas que todo adulto debe sostener por necesidad de medio para ser católico, y Benedicto XVI no sostiene esas cosas. Todo católico adulto debe creer (para justificarse y salvarse) en la Santísima Trinidad, en la Encarnación del Verbo, que Jesucristo y su Iglesia son verdaderos, y que las religiones distintas a la que estableció nuestro Señor Jesucristo son falsas. Estos misterios esenciales deben ser conocidos por necesidad de medio.

Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 1, 26 de junio de 1754:

“No pudimos alegrarnos, sin embargo, cuando se Nos informó posteriormente que en el curso de la instrucción religiosa preparatoria a la confesión y a la santa comunión, se descubría muy a menudo que esas personas eran ignorantes de los misterios de la fe, incluso de aquellos aspectos que deben ser conocidospor necesidad de medio; en consecuencia, no estaban habilitados para participar de los sacramentos”23.

En otras palabras, todo católico por sobre la edad de la razón debe tener un conocimiento positivo de ciertos misterios de la fe para salvarse. No hay excusas, ni siquiera por la ignorancia. Por lo tanto, si uno tiene una creencia que menoscaba la fe en esos misterios, aunque se le haya enseñado de forma incorrecta, él no es católico.

Papa Benedicto XIV, Cum religiosi, # 4: “…los confesores deben cumplir esta parte de su deber, no sea que alguien se encuentre ante su tribunal y no sepa lo que debe saber por necesidad de medio para salvarse…”24.

Papa San Pío X, Acerbo nimis, # 3, 15 de abril de 1905:

“Y por eso Nuestro predecesor Benedicto XIV escribió justaDeclaramosente:que ‘ un gran número de los condenados a las penas eternas padecen su perpetua desgracia por ignorar los misterios de la fe, que necesariamente deben saber y creer para ser contados entre los elegidos’”25.

 

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